lunes, 5 de octubre de 2015

Alejandro Vásquez, amante de la fotografía directa y viajero empedernido

Por Lotty Guerra

Nacido en Arenales, Trujillo, se desempeña como docente en la Escuela de Comunicación Social de LUZ y en la Escuela de Fotografía Julio Vengoechea. Con 20  años en la docencia Vásquez utiliza la táctica del estímulo creativo para que los estudiantes puedan desarrollarse y proyectarlo en sus fotografías. Es un fotógrafo sensible que transmite sus emociones a través de una cámara.  Su incesante búsqueda de lo real lo ha hecho ganar el primer premio en la Segunda Bienal Nacional de Artes Visuales de Mérida e Internacional del Pacto Andino y el segundo premio en el IX Salón Seguros Catatumbo. 

Con su barba plateada y sus pequeños ojos habló sin tapujos de fotografía: “Al miedo no se le puede dar tanta libertad”, expresó con seguridad, mientras explicó que la vida trata de momentos reales y sin capas. Entretanto dictaba el Taller de Narrativa Fotográfica en la ciudad de San Cristóbal, estado Táchira,  Vásquez hizo un paréntesis para platicarnos sobre sus experiencias en el mundo de la imagen. 

Alejandro Vásquez en la plaza La Ermita| Fotografía Lotty Guerra

¿Cómo se inició en la fotografía?

Todo surgió antes de los 80, yo estudiaba Periodismo, estaba a mitad de la carrera y me incliné por estudiar periodismo impreso, ya que cuando ingresé a la universidad empecé a leer sobre lo que se conoce como el nuevo periodismo, es decir, Truman Capote, Tom Wolfe, Norman Mailer, entre otros. Estaba encantado con los nuevos periodistas, era una categoría distinta en el periodismo y de ahí surgió lo que llamaron la novela de no ficción, A Sangre fría, por ejemplo. Yo quería ser como Truman Capote. Después fui a hacer una pasantía en la oficina de prensa de LUZ que era un sitio horrible -entre risas-, donde se hacían notas muy malas. Una novia me dejó, me deprimí terriblemente, hubo una huelga de seis meses, me sentía perdido y quería abandonar la universidad, alguien me sugirió que fuera a estudiar fotografía en la escuela de fotografía, lo hice y descubrí que me encantaba y que podía expresarme a través de ella, sin necesidad de hablar. 

¿Qué busca expresar a través de la fotografía?

Me interesa relatar lo que ocurre en escenarios naturales, la calle por ejemplo, donde viven unos personajes a los cueles les suceden cosas, que se tropiezan, caen, conversan. También busco empozar mi estado de ánimo, hay fotos melancólicas y otras alegres. Compartir con el otro mis temores y mis pasiones, vaciar mis demonios en las fotos. 

¿Cuáles han sido sus trabajos más memorables en la fotografía?

El trabajo del velorio guajiro El viaje de Néstor (2006), fue importante porque es el segundo entierro guajiro, el velorio de un amigo muy querido, y Cañaverales (2004), los cuales han sido trabajos largos. Después de estar varios meses trabajando, de convivir con los campesinos, acoto que yo soy un campesino, soy de Trujillo; después de estar cerca de ellos, de ver que habitaban en una sencillez extraordinaria y que viajaban en un tren de alegría a pesar de su pobreza, me reconfortó mucho el alma y me dio fuerzas. 

¿Qué consejo les podría dar a los jóvenes que están entrando en el campo de la imagen?

Que asuman la persistencia; la inteligencia no es tan importante como la persistencia, si mezclas las dos es el cielo, es el orgasmo. Para mi es más urgente la persistencia, fotografiar y repetir, leer, investigar, conversar, comparar, viajar, oír y convencerte de que quieres ser fotógrafo o de que ya lo eres. Legitimarte como individuo sin pensar en cuanto dinero te va a dar lo que haces, yo solamente quiero ser fotógrafo y solamente me puedo convertir en fotógrafo cuando soy como una gota de agua que cae sobre una piedra día y noche, de tanto hacerlo le abriré un hueco a la piedra. Eso es la persistencia.  

Alejandro Vásquez dictando Taller de Narrativa Fotográfica I| Fotografía Lotty Guerra

¿Cómo visualiza el reportaje fotográfico en Venezuela?

Lo publican alguna revistas de Locatel que es de salud, la dan gratis en los consultorios y ahí publican reportajes de un gran fotógrafo venezolano que se llama Roberto Mata, al contrario de los periódicos que publican pocos reportajes porque no entendieron nunca que el reportaje es una manera de competir con la televisión, ya que visualidad, aparte, es una manera de investigar y llevar la investigación a un producto que es el periódico. No es que las revistas publiquen abundantemente reportajes, pero una que otra aún lo hace. 

¿Cuál es la trascendencia en la fotografía de realizar un ensayo fotográfico?

No sería capaz de decir si es o no transcendente hacer un ensayo, porque depende de muchas cosas, el abordaje, el tema, lo impactante. Lo importante de hacer un ensayo es que en un tiempo largo te dedicaste a conocer, indagar y reflexionar sobre un tema, para convencer a un público de que tienes determinados criterios sobre un tema, lo cual lo hace un trabajo planificado, sistemático y largo.  

¿Qué le hace falta a la fotografía venezolana?

Creo que le hace falta unidad y confrontación, hay pocos eventos, el Méridafoto  es uno de los únicos que queda, entonces, cuando no hay confrontación no sabemos qué hace quien, eso impide mucho el desarrollo de la fotografía. Como no hay eventos tampoco se promueve la compra de fotografías, ni la investigación como estímulos, ni el contraste de lo que yo estoy haciendo a lo que están haciendo otros. Es una de las épocas más difíciles en la fotografía venezolana porque, además, desde el poder y en el país en general, hay un gran desprecio inconsciente de la fotografía, no contratan a alguien especializado para labores profesionales. No contratan a alguien especializado y están rechazando a alguien que ha estudiado y se ha desarrollado una capacidad de leer el universo, que muestre un discurso seductor y tenga un nombre, donde conste que pueda hacerlo. Los grandes fotógrafos se tienen que conformar con hacer bodas porque se les reduce el espacio de contratación. Hay un desprecio por el conocimiento. 

¿Por qué la fotografía latinoamericana fue ojo de revisión en un concurso tan importante como el PhotoEspaña? 

Porque forma parte de oxigenarse. Europa como un continente, hasta cierto punto medio decadente, al ver las miradas de esta otra parte del mundo, que son miradas que tal vez no coinciden con las de ellos, se les presentan como novedosas. 

Alejandro Vásquez y su otro ojo| Fotografía Lotty Guerra

¿Qué es lo más importante y esencial en el cuento fotográfico? 

Lo esencial es la capacidad para construir suspenso, y el vacío que es donde está buena parte de la significancia del cuento, en lo que no dice ni se muestra, en la introducción de la duda de lo que ocurre o puede ocurrir. 


           


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Espacio de promoción cultural dirigido por estudiantes de la carrera de Comunicación Social, cuyo fin es informar periodísticamente sobre los eventos culturales realizados en el estado Táchira, Venezuela

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