Kevin
Ibarra (colaborador de Masato Cultural)
Profesora Gladys Niño, fotografía de Jorge Tejada. |
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Ramón José Velásquez fue un personaje destacado dentro de la
historia venezolana, se desenvolvió en diferentes aspectos como periodista,
escritor, político e historiador. La profesora de la Universidad de Los Andes e
historiadora, Gladys Niño estudió la obra de tan notorio tachirense. Velásquez
fue su tutor y quién mejor que ella para comentar sobre la
trayectoria del expresidente.
- En la vida de Ramón J. Velásquez, ¿cómo cree que influenció crecer bajo
la dictadura de Juan Vicente Gómez?
- La influencia, en primer lugar,
es por su madre educadora, quien le enseño la importancia de estudiar y vivir
en libertad, y su padre agricultor, ambos establecidos en San Juan de Colón.
Las familias estaban vinculadas con la vida militar, de modo que para un
tachirense de la época, como el niño Ramón J. Velásquez, crecer bajo la atmósfera
política que generaba el general Juan Vicente Gómez marca en cierta forma el
destino político de Velásquez.
-¿Cree que hubo un antes y un después en la vida de Velásquez, luego de su paso tras las rejas?
-Sí, él llega a Caracas en 1934 con una vida de adolescente inquieto, vinculándose con los universitarios, hasta el año 1936 es el antes. A partir de esa fecha, Ramón J. Velásquez se vincula con grupos universitarios contestatarios y rebeldes de la Universidad Central de Venezuela con la búsqueda de un cambio al régimen gomecista, ya que a pesar de la muerte de Gómez los fieles seguían instalados. Una vez que el adolescente se hace profesional en Caracas, incursiona en la política.
-¿Qué labor considera que fue más importante, dentro de su carrera como
historiador?
-Las más
representativas son tres.
Profesora Gladys Niño, fotografía de Jorge Tejada. |
Uno: desde la Comisión del Congreso de la República, él como
diputado y después como senador, se propone divulgar algunos de los textos de
tachirenses que se habían escrito sobre la región. De ahí surge la Biblioteca
de Autores y Temas Tachirenses (BATT).
Dos: Ramón J. se ocupa de recopilar
documentos de carácter político de finales del siglo XIX y primera mitad del
siglo XX. Velásquez, un estudioso de Guzmán Blanco, Joaquín Crespo y Juan
Vicente Gómez, se propone recopilar los discursos políticos, para más adelante
divulgar, con apoyo del Congreso de la República, la colección del pensamiento
político del siglo XIX y luego colección del pensamiento político del siglo XX.
Tres: Funres, Fundación para el
Rescate del Acervo Venezolano. Es ahí donde yo lo conozco, cuando Funres
comienza a recopilar la información que existe en el país sobre los archivos de
Venezuela. El doctor Ramón J. Velásquez se interesa y comenzamos a trabajar
desde el Congreso de la República en función de esa fundación en el año 1976. Para
levantar todo el diagnóstico de los archivos venezolanos y para difundir a
través de algunas embajadas venezolanas que estuviesen en países de nuestro
interés como España, Inglaterra, Alemania, Italia y, por supuesto, en América
latina.
-¿Qué importancia tuvo la BATT como primer proyecto editorial promulgado por el Estado en 1961?
-La importancia que tiene, partiendo de estos textos divulgados, es que se comienza a pensar en la historia desde la región del Táchira, la región merideña y trujillana. No solo fue para Táchira, también existe la Biblioteca de Autores y Temas Trujillanos. El caso de la tachirense fue muy especial porque el doctor le invirtió tiempo y dinero, incluso yo estuve en Caracas estos últimos años tratando de levantar el índice general que contiene todas las publicaciones. La BATT forma parte vital de la investigación del proceso histórico de Venezuela desde el Táchira. Significó un cambio de perspectiva.
-¿Qué ambiente toma el país con la creación de la Comisión para la
Reforma del Estado dirigida por Ramón José Velásquez?
-Ambiente de cambio. Impulsó esa Comisión para la Reforma del Estado que buscaba la descentralización de la administración pública, para tener la libertad de elegir a los gobernadores y no ser nombrados por el presidente.
Profesora Gladys Niño, fotografía de Jorge Tejada. |
-Un significado positivo, de alta calidad, y desde el punto
de vista de la historiografía diríamos que nos aportó el conocimiento en parte
desde 1830 hasta 1950. Él se dedicó en los archivos a conocer la documentación
directa como fuente primaria. Ramón J. Velásquez, además de ser un periodista
en la práctica, un historiador apasionado sin escuela, se avocó a estudios muy
importantes para nosotros los historiadores.
-Si pudiera resumir la gestión de Ramón J. Velásquez como historiador en
una frase,
¿cuál sería?
¿cuál sería?
-Un constructor de memoria.
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