Intercambio de ideas y dinamismo, fueron algunas de las características del conversatorio “Introducción a la Practica de Zen”, presentado por la Dra. Sara Roby, licenciada en Comunicación Social, egresada de la Universidad del Zulia. Es reconocida por su aporte espiritual e intelectual en diversos campos: es Máster en Sociología, Psicoanalista Lacaniana, practicante del Budismo desde 1987 y ordenada monja de la tradición Zen Soto en Francia 1995.
Actualmente presta su servicio a pacientes con enfermedades terminales, a familiares y brinda ayuda hospitalaria. En cada país que visita dicta talleres sobre los comportamientos integrales del ser humano bajo la práctica del budismo; ha escrito poemarios ayudando en la traducción de libros sobre el Budismo.
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Dra. Sara Roby. (Fotografía: Lisseth Rivero)
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Es la tercera vez que visita Venezuela con la intención de hacer conocer su práctica, realizando actividades destinadas a todo aquel que desee entrar en el mundo de la meditación.
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Fotografía: Lisseth Rivero
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¿Qué es la practica Zen?
Es ante todo un sendero, una experiencia personal anclada en el cuerpo, que permite reencontrarse así mismo con su naturaleza original y profunda. Siempre está allí, pero la ignorancia, el ego y el acortar las ilusiones nos hace desviar la atención.
Hay religiones o prácticas que te ofrecen paz, como el budismo, que la brinda de manera intelectual, permitiendo al zen dejar pensar y acceder al flujo de sensibilidades humanas. La práctica llama la atención de muchas personas entre jóvenes y adultos; siendo útil al momento de afrontar presiones cotidianas.
“El budismo vive la realidad, no vive en el deseo sino que vive en el aquí y el ahora, no es religión sino más una filosofía”
¿Mediante el proceso de meditación se puede realizar otra actividad simultáneamente?
La práctica de la meditación se puede efectuar e incorporar en nuestra vida diaria, sin tener que modificarla, cuando se toma conciencia de las acciones que se están haciendo en el trascurso del día, o como se están realizando; se está logrando la meditación. Que implica no solo sentarse en un sitio fijo, la temática es llevarlo a la vida diaria.
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Fotografía: Lisseth Rivero
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¿Es posible encontrar la felicidad en agentes externos?
Se sufre porque se quiere obtener; en el proceso de conseguir este tipo de logros se pasa por mucho daño, porque no se alcanzan los objetivos materiales en la medida en que se quieren.
Nada exterior a nosotros puede darnos felicidad verdadera, lo que sí puede hacernos feliz es el trabajo que se hace por uno mismo, y para eso se puede escoger una plataforma espiritual que ayude a conocerse a profundidad; a trabajar con el ego para que no nos domine, porque sino en el proceso se pierde el vivir en el presente. Es necesario aprender a evitar el constante sufrimiento y todo lo que se genera por las cosas que se querían y no se lograron obtener.
¿Cuál es el camino hacia la iluminación?
La iluminación se obtiene, las personas creén que si practican zen van a obtener la iluminación, pero eso solo pasará si lo sientes. Uno está iluminado cuando agradece por todo lo que tiene, un ejemplo es cuando un campesino se levanta en la mañana y agradece por la naturaleza o por la vida, esa persona está iluminada. Los citadinos poseemos un deseo de yo quiero, de “por qué no tengo, quiero más”, lo que ganamos con esto es sufrir por cosas que no tenemos y nos hace vivir la ignorancia espiritual, hay que agradecer para estar iluminados.
¿Para introducirse en la práctica del Zen se debe cambiar la forma de pensar?
Para aprender a vivir la vida hay que adaptarse cada día; el zen te ofrece herramientas para ese proceso, no se debe de cambiar tu mente, se busca es tener una visión de vida mucho más amplia, para así acoplarte a las circunstancias y dar lo mejor de ti.
Es normal sentirse confundido al comenzar a practicar, puede que al comienzo no sepas lo que estás viviendo, pero a través del tiempo y la meditación logras esas respuestas a las preguntas que te hacías al inicio de la práctica. Por eso es que recomiendo el zen, para ver todo desde una perspectiva más amplia y de esta manera lograr paz y felicidad interna.
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| Fotografía: Lisseth Rivero |
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