Por María Gabriela Sandoval
El elenco representando la última cena (Fotografía: Felipe Silva) |
El pasado 17 de abril, el auditorio del Colegio Parroquial Monseñor Sanmiguel se llenó con aproximadamente 500 personas, con el fin de asistir a la puesta en escena del Via Lucis. Aunque ha pasado un mes, conviene recordar cómo un grupo de profesores y alumnos se unen cada año para crear una producción teatral y, a pesar del poco presupuesto disponible, logran montar una mejor a la anterior.
Al atardecer el auditorio de la institución se transformó por un rato en una suerte de paisaje de la tierra santa. Allí tuvo lugar una tradición del colegio, la cual consiste en llevar la vida de Jesucristo a las tablas cada año en la Semana Santa; en esta ocasión el Via Crucis (“el camino de la cruz”) tomó un nuevo rumbo, ahora sería el Via Lucis, ‘’el camino de la luz’’. Apuntalado por la recreación del ambiente, el vestuario y la música en vivo, que transportó a los espectadores a una atmósfera tan foránea como conocida, esta historia, representativa de las tradiciones religiosas de los tachirenses, escrita por el profesor Tonny Jaimes y protagonizada por Hendry Chacón, mezcló distintos lenguajes como el video, la escenografía y el coro, para retratar la vida de Cristo luego de su muerte.
Desde las cinco de la tarde las personas fueron llegando, las palabras de la directora, la hermana Merche, marcaron el inicio del evento. Luego el telón se abrió para dar lugar a la obra; un elenco de más de 20 alumnos subió al escenario, y el coro de la institución se encargó de la musicalización, la subida al cielo de Jesús cerró con broche de oro la obra, y el público se levantó de sus asientos para aplaudir al elenco y a la producción, en la cual participó el Masato Cultural.
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