Por: Marian Molina
El Movimiento de Muralismo y Graffiti Venezolano (MurGrav) presenta su proyecto en los primeros encuentros regionales, a los cuales se sumó la región Andina el pasado 14 de febrero la ciudad de Mérida, específicamente en la sede de la Universidad Nacional Experimental de Las Artes (Unearte), donde se congregaron algunos de los artistas de los estados Mérida, Táchira y Trujillo, con el fin de aportar ideas para hacer emerger nuevos talentos de pintura urbana en todo el territorio nacional.
Este movimiento se creó con el propósito de concebir, fusionar y generar unos lineamientos de diseño que enmarquen una identidad cultural y artística de vanguardia para la escena venezolana, por tanto, persigue mejorar la estética, determinar aquellos elementos que fusionen estilos, y así lograr darle fuerza a una nueva generación de artistas urbanos emergente.
La propuesta inicial surge de un grupo de grafiteros en Caracas quienes se motivaron por formalizar una comunidad cultural, identificar los obstáculos que han impedido el trabajo intensivo en las calles, localizar organizaciones que los patrocinen con los recursos de los materiales necesarios, y darle un sentido de producción local a este arte ilustrativo, a partir de las herramientas básicas de consumo, además de construir una autonomía de la sociedad cultural, así lo expresó Jean Bautista, quien es parte del equipo de coordinación de la región Central. Asimismo, resaltó que el movimiento trabaja en ubicar aquellas fuentes de apoyo económico e institucional donde se comuniquen las propuestas y los planteamientos de todos los artistas a nivel nacional, ejemplo de esto es el refuerzo por el Ministerio del Poder Popular de la Cultura.
La primera etapa del proyecto se llevó a cabo con los primeros encuentros de cada región, con los cuales se alcanzó establecer una organización y lineamientos de trabajo. Así, se establecieron los ejes de acción para los siguientes, que consisten en enfatizar la formación a la comunidad con talleres, seminarios, instrucción pedagógica; mantener la base de organización que se creó en los primeros encuentros; el mapeo, la intervención; la difusión para aumentar el número de artistas, en eventos expositivos, espacios públicos y medios de comunicación; y la etapa más importante, la producción.
La génesis de estos encuentros se dio gracias a una reunión en Barinas, a finales de 2014, en la que se proyectó la idea de generar este movimiento y eliminar la centralización de la cultura en la capital, por lo que se designaron sedes o puntos de encuentro en distintas regiones del país: Central, los Llanos, Andina, Oriental, Occidental y Guayana.
El movimiento en sus primeros encuentros no solo convocó a la comunidad graffitera, también hizo un llamado a los Dj´s, los productores, refiriéndose al “Sistema Sonoro de Venezuela”; a tatuadores, artistas corporales, perforadores de la “Red Venezolana de Arte Corporal”; además de invitar a los ilustradores y diseñadores gráficos a través del “Movimiento Venezolano de Ilustradores y Diseñadores Gráficos” (MOVIDG); fotógrafos mediante el “Movimiento Venezolano de Fotografía”; a los artesanos y diseñadores, ubicados en el movimiento “Hecho en Venezuela”; y a aquellos cuyo talento se vincula con la lírica y la prosa frente a un micrófono, al “HipHop en Movimiento”.
Conviene cerrar citando la invitación que los fundadores del Movimiento realizan a los jóvenes talentosos “a sumarse, a contribuir, a pensar nuestra cultura urbana venezolana”, añaden: “estamos decididos a revolucionar nuestra cultura con talento y buena calidad, hasta que nuestras metas sean irreversibles. Sé parte de nuestra historia, ¡llégate!” (Proyecto mimeografiado del MurGrav, 10 de enero 2015).
La agenda activa del MurGrav se encuentra disponible en los siguientes enlaces:
· Facebook:
Muralismo y Graffiti Venezolano
·
Instagram:
MurGrav
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| Imagen1: Reunión del Movimiento de Muralismo y Graffiti Venezolano, en la sede de la Unearte extensión Mérida. Fotografía cortesía de @murgrav |
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Imagen 2: Reunión de trabajo de ilustradores y diseñadores gráficos en la sede de Unearte (Mérida). Fotografía: Marian Molina
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