miércoles, 4 de noviembre de 2015

Gabriela Buitrago: una provocadora al Startup

Por Marian Molina

Gabriela Buitrago es una joven que apuesta al éxito a través del método Startup. Comunicadora Social, oriunda del Táchira, quien a los 23 años de edad ha acumulado dos años navegando en la web ganando seguidores; hoy es reconocida como una emprendedora dentro de los medios digitales, a través de los cuales busca fortalecer el entretenimiento del público en su localidad basándose en la promoción de la cultura.

Gabriela Buitrago en los jardines de la librería Sin Límite. Fotos: Lotty Guerra
En octubre corrió en las redes sociales un banner publicitario sobre una conferencia que trataría de experiencias de emprendimiento. No sorprendió que fuese una de los invitados especiales a compartir su experiencia en aquella reunión de jóvenes identidades empresariales de la región.

Fue durante Talking Business de la org internacional (AIESEC) en la librería Sin Límite, lugar donde el equipo de Masato Cultural tuvo la oportunidad de conocer detalles del proyecto que Gabriela llamó, hace dos años, La Mini Agenda. La vimos frente al público con seguridad, demostrando su destreza sobre el tema, como quien ha aprendido de sus errores; expone la idea que le ha copado su espíritu por el arte.

Como experta en Social Media y Startup asegura:

Hoy estamos en un mundo locamente acelerado, y la manera de contrarrestar los efectos nocivos de él, es con paciencia, solo el que persevera alcanza.

Es notorio cómo las grandes marcas se han dado cuenta de que la manera acelerada en la que se estaban manejando los medios digitales no era la correcta, y han ido disminuyendo la velocidad porque es lo que realmente nos beneficia a todos.

La Mini Agenda ha sido una excelente experiencia, ver cómo en dos años una idea loca en mi cabeza se convirtió en mi proyecto personal,  he pasado en dos años por una metamorfosis que nos ha llevado a esto, a ser partícipes del ideal desarrollador juvenil a través de los talentos y al potencial profesional como empresaria.

¿Cuántas entrevistas te han hecho?  

-risas- Ya perdí la cuenta, en muchos medios de comunicación como la radio, la prensa y la televisión  ha llegado el nombre de La Mini Agenda. Además he tenido la oportunidad de ser ponente, especialmente sobre Social Media, como por ejemplo, en proyectos de emprendimiento y Startup.

¿Cómo fueron los inicios de La Mini Agenda?

 Comencé sola el plan cuando surgió el boom del Community Manager que, por cierto, sabía poco de ello. Para esa época me encontraba en Caracas y  observé la fuerza de la movida cultural de aquella ciudad a pesar de ser muy variada; noté que había un gran enfoque en la agenda cultural y de ocio entre los medios de comunicación. Pensé que en San Cristóbal también estaba surgiendo este movimiento cultural y social, inclusive, me encontraba muy involucrada con la Fundación Cultural Bordes, hacía teatro en la universidad, además conocía la movida nocturna de San Cristóbal, algunas bandas nuevas, en conclusión, conocía suficiente sobre el meollo cultural de la ciudad.

Publicaba todas las noches en mi Facebook personal sobre qué había en la ciudad, o mis amigos me preguntaban y casi siempre lo sabía.

Además de esto sabía que me gustaba el tema del diseño digital, la publicidad, las redes sociales. Una noche organicé mis ideas para dejar de ser un todero sin rumbo;  fue así como surgió la idea de unir ese gusto personal por la cultura,  de promocionar la cultura libre, así se creó La Mini Agenda, un espacio donde podía aplicar todas estas destrezas y sacarle provecho.

Cómo has consolidado la idea de La Mini Agenda?


Soy muy pro cultura libre, ya los eventos financiados tienen su espacio en medios tradicionales, pero los eventos alternativos necesitaban un canal donde mostrarse. Cuando formé La Mini Agenda estaba segura de que debía comenzar por promover el movimiento gratuito, o de bajo costo, sobre todo en esta ciudad siendo tan universitaria, sabía que era un elemento importante para hacer surgir el experimento en pro de la cultura.

El cine fue un gancho indispensable dentro de La Mini Agenda porque se hacían muchas actividades en la sala de la Cinemateca, pero poco se conocían, como las proyecciones de cine autor; por esta región es muy difícil obtener a la mano este tipo de cine independiente, como por ejemplo, ciclos de cine japonés, francés, chino… En la Cinemateca sí llegaba, sin embargo, era poco promocionado. Entendí que aquí sí se hacía lo mismo que en Caracas y el haber estado un tiempo allá, me hizo entender que se le tenía que sacar provecho a todo esto y exponer la cartelera interesante de la sala.

El espacio para la promoción de los eventos era el elemento ausente más significativo que causaba el poco público.

Cómo ha sido el ritmo de involucrar más público a la dinámica cultural de la ciudad?

Va en aumento. A pesar de la dificultad que es lograr el aumento de un público asistente, sobre todo, en aquellos lugares que tienen un vínculo marcado con la política: primero, porque puede destacar el estigma de que todo lo producido allí estará relacionado con la política del agente administrador, pero no siempre es así. Este fenómeno ocurre con todos los espacios que se han deteriorado, como el Ateneo de Táchira, el Museo del Táchira, o las plazas que están solas y peligrosas.

Si no se hace un uso frecuente de ellos, pronto quedarán baldíos y cambiarán de dueños, como a los maleantes, o en el abandono absoluto, disminuyendo los espacios del quehacer del artista, que desea tener variedad de espacios para proyectarse.

¿Qué resultado ha dado hasta hoy La Mini Agenda?

El primero ha sido como trampolín de autoconocimiento, perfeccionamiento como persona y profesional. Siempre he sido extrovertida, cualidad que estimo como clave para seguir adelante, pero lo más gratificante de todo es ver cómo va dando resultado la intención: ofrecerle cultura a más gente.

¿Crees que la recepción del público ha llegado al tope?

No, inclusive aquí hay variedad de público, y La Mini Agenda no puede abarcarlos todos. Existen públicos muy específicos que no se acercan al tipo de recreación a la que estamos dirigidos.

Además que en temporadas de vacaciones la cantidad de eventos disminuye drásticamente, y esto hace que disminuyan los medios de ingresos y de popularidad en los grupos que constantemente llevan algo que ofrecer, haciendo que muchos artistas migren al centro del país, a tierras extranjeras, o, en el peor de los casos, se desintegren porque pierden sus esperanzas de crecer desde aquí. Esto no debe ser así, porque en la medida que suenen sus nombres en una comunidad específica, mayor son las posibilidades de obtener reconocimiento en otras latitudes.

Hablas de nosotros, ¿quienes son los demás?

Hablo de ¨nosotros¨ porque en el camino me he topado con gente maravillosa que desea y busca lo mismo, con quienes vamos construyendo esa red de amantes de la cultura, del arte. Todos con la misma ansia de unificar al mundo a través de las humanidades.

¿Qué te gusta del concepto startup?

En el momento de poner en acción una idea, es siempre una incertidumbre que terminas disfrutándolo, porque esa idea la genera una mente primaria, luego llega un compañero a sumarse al equipo, dándole paso a más ideas descabelladas. También está el que evoluciona las ideas o las recrea, uno que lo apoya, y así se va expandiendo el rompecabezas de personas y tareas que van construyendo y solidificando el proyecto.

Tienes tiempo trabajando en otro proyecto, ¿cuál es?

 Con unas amigas consolidamos otra idea que ofrecimos al mercado como Traveling Táchira, es un proyecto de promoción turística, con miras a exaltar lo bello de nuestro estado. Somos cinco personas, todos con gran creatividad.

Hoy la crisis hace que todos debamos ingeniar cómo ganar, cómo salir adelante y allí la creatividad es el arma dentro del juego, y no hay quien se salve de ello.

¿En qué medida crees que estas ideas de startup  funcionen?

 Todo está en la medida que se ponga como disciplina. Si hay una idea, se cree en ella, se trabaja, se pone en práctica con ánimos de ir perfeccionando el método, debe llegar un momento en que te topas con los resultados. El objetivo en general es que ese espíritu de emprendimiento se multiplique, porque abre oportunidades y pone al descubierto disciplinas que se van aproximando a la “hipersegmentación”.

¿Cuándo fue el momento en que La Mini Agenda comienza como empresa, que se comienza a valorizar su trabajo?

 El año pasado, es decir, al año de haber comenzado. Claro que no fue significativo, pero a medida que hacía Social Media Management obtuve una cartera de clientes que compraban publicidad, aunque me cansé, y entendí que esa no era La Mini Agenda. Hoy en día vendo, pero para promocionar marcas nuevas y publicidad a eventos con tiempo de promoción, o en su defecto por la proximidad no tiene cómo costear un espacio radial o en prensa.


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Masato Cultural

Espacio de promoción cultural dirigido por estudiantes de la carrera de Comunicación Social, cuyo fin es informar periodísticamente sobre los eventos culturales realizados en el estado Táchira, Venezuela

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